Uno de los temas por el que más me preguntáis no está relacionado, específicamente, con correr. Pero sí que tiene que ver con una de las grandes particularidades que tiene Nueva York, y que puede influir en tu rendimiento en la maratón: esperar de pie las largas colas para pasar el control de pasaporte a tu llegada al aeropuerto. Un trámite administrativo largo, tedioso, a veces incluso incómodo. Por eso, hoy te doy algunas recomendaciones para que te armes de paciencia y no pierdas los papeles. Ni los metafóricos (la paciencia) ni los literales (el pasaporte).
El control de pasaporte es uno de los procesos más tediosos al llegar a Nueva York. Más aún en los últimos tiempos: con el cambio de Gobierno en los Estados Unidos los controles son mucho más estrictos. Hay gente que se puede pasar en la cola hasta 5 horas. Pero, normalmente, el tiempo medio suele ser menor. Eso sí, hazte a la idea de que una hora esperando no te la va a quitar nadie. Así que mi recomendación es que no hagas planes concretos para el día de tu llegada a la Gran Manzana, por si tienes que esperar mucho tiempo.
Pasar por la aduana es un trámite al que no estamos demasiado acostumbrados los españoles, ya que solemos viajar por la Unión Europea y aquí no es necesario gracias a la libre circulación de personas. Es un proceso tedioso, puesto que las colas son interminables, venimos cansados de un viaje tan largo y el cambio horario empieza a hacer mella. Hay que echar mano de la paciencia.
Sigue los letreros “other tan American passports” (pasaportes de otros países). Cuando llegue tu turno, mantén la calma porque, en algunos casos, los agentes no son demasiado amables y realizarán preguntas incómodas (motivo del viaje, duración del mismo, cuánto dinero llevas...) con cara de pocos amigos. Que no te imponga, es un simple trámite que puedes resolver respondiendo con sinceridad, seguridad y sin titubeos. El oficial comprobará tu pasaporte, verá que has rellenado el ESTA (un trámite administrativo del que te hablaré en próximas semanas), te hará una fotografía y te realizará un escáner de las huellas dactilares.
Si no hay ningún problema, estamparán un sello en tu pasaporte con la fecha de entrada y la fecha de salida del país (lo máximo que puedes estar como turista son tres meses). A veces, el agente puede denegarte la entrada y tendrás que pasar por la Secondary Inspection (una habitación separada para comprobar tu información). Lo peor de este proceso es que pueden pasar horas. Pero, tranquilo, que esto no suele ocurrir.
Una vez pases la aduana, ya estás en Estados Unidos.
Pues, como quien no quiere la cosa, la semana que viene nos habremos plantado ya en junio. Qué rápido se está pasando esto. Feliz semana ;)