La Maratón de Nueva York en los 70
Un rumano superviviente al holocausto judío fue su gran impulsor
Qué calor. Escribo estas palabras bajo el aire acondicionado. Bueno, es lo normal por esta época del año. Espero que no se te derritan las ganas de salir a correr… Mientras tanto, agarra un refresco con hielo, que voy a contarte la razón fundamental por la que estamos aquí. Pero antes, como siempre, agradecerte que hayas abierto este correo una semana más.
En las próximas semanas voy a hacer un repaso por los acontecimientos más importantes y las personalidades más célebres que han hecho de la Maratón de Nueva York lo que es hoy. Cada domingo recordaremos una década, empezando hoy por los años 70.
El gran culpable de que exista la Maratón de Nueva York es Fred Lebow. Quizás te suene su nombre. De hecho, a él dediqué el estreno de esta newsletter. Este rumano superviviente del holocausto judío llegó a la ciudad de los rascacielos en los años 60. Como ávido corredor, empezó a dar vueltas por el Reservoir (el gran lago que hay en Central Park). Entonces, pensó que estaría bien promover una maratón allí.
Junto a Vince Chiapetta, organizó la primera Maratón de Nueva York el 13 de Septiembre de 1970, desarrollada por completo dentro del parque. De los 127 inscritos, sólo 55 hombres la acabaron. El ganador, Gary Muhrcke, acabó en 2h31’38’’. La única participante, Nina Kuscsik, tuvo que abandonar por enfermedad. Además, no se pudo registrar como mujer. En aquellos tiempos lo tenían prohibido.
En 1972, el número de mujeres apenas había crecido a seis. Pero, a pesar de ser pocas, se encargaron de hacer mucho ruido. Su salida se daba 10 minutos antes que la de los hombres, algo que consideraban sexista. Por eso, se sentaron en señal de protesta y no se pusieron de pie hasta que no llegó el turno para los chicos. Entonces sí, empezaron a correr. Nina Kuscsik y Pat Barrett fueron las únicas que llegaron a la meta. La organización les añadió a sus marcas los 10 minutos que habían estado paradas al principio. Pero ambas protestaron y se corrigió el tiempo.
En 1973 la prueba ya empezaba a tener ciertos tintes de profesionalismo, y el ganador, Tom Fleming, se llevó como premio un billete de avión para hacer una vuelta al mundo.
Al año siguiente, el calor causó estragos entre los participantes y casi el 40 por ciento tuvo que abandonar. En esa edición el triunfo se lo llevó Kathrine Switzer, con una diferencia de 27 minutos sobre la segunda, el mayor margen en la historia de la Maratón de Nueva York.
Un año después, la propia Switzer convenció a Fred Lebow para firmar un contrato con el primer patrocinador de la prueba, Olympic Airlines. Que, por fin, usó cronometraje electrónico y los corredores empezaron a ser entrevistados en la televisión local.
1975 fue el último en el que la Maratón de Nueva York se celebró completamente en Central Park. Tom Fleming se llevó el triunfo, bajando de las 2 horas y 20 minutos, el único hombre que lo ha conseguido dentro del parque. La prueba había crecido ya a 534 corredores.
Eso llevó, en 1976, a Lebow y a Percy Sutton a plantear sacar la Maratón de Nueva York a las calles de los cinco distritos de la ciudad, en una fiesta en la que participaron ya 2.090 corredores. Para ello fue fundamental el apoyo del magnate inmobiliario Lewis Rudin, con una importante contribución de 25.000 dólares.
En 1976 la inscripción subió a cinco dólares. La carrera tuvo lógicamente un cambio en su recorrido, cruzando cinco puentes y entrando en los cinco distritos (Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island). El nuevo trazado apenas pasaba por el Bronx: los corredores cruzaban el Willis Avenue Bridge, tocaban un mástil que había colgado en el puente y regresaban.
Miki Gorman volvió a llevarse el triunfo en 1977, la última victoria de una estadounidense hasta Shalane Flanagan en 2017. Una edición que tuvo una nueva modificación en su recorrido, abandonando el Brooklyn Navy Yard, porque esa zona estaba muy alejada, y trasladando la ruta a la zona más amplia de Bedford Avenue. Además, fue la primera vez que los voluntarios entregaron mantas térmicas en la meta. Con 4.821 participantes, la Maratón de Nueva York se había convertido en la más numerosa del mundo.
Igual que el año anterior, en 1978 Rodgers se sobrepuso a las altas temperaturas para convertirse en el primer corredor que ganaba tres veces la prueba. En categoría femenina irrumpió un nombre que está aparejado a la historia de la Maratón de Nueva York: Grete Waitz. Esta atleta, olímpica en pista, nunca había corrido más de 12 millas (unos 18 kilómetros). Con ese bagaje ganó la carrera estableciendo, además, el récord del mundo en 2h32’30’’ (lo mejoró en dos minutos).
Al año siguiente corrió cinco minutos aún más rápido que en su debut, para establecer una nueva plusmarca mundial (2h27’33’’), convirtiéndose en la primera mujer que bajaba de las dos horas y media. En categoría masculina, el triunfo por cuarto (y último) año consecutivo fue para Bill Rodgers. Por primera vez, hubo premios en metálico. La Maratón de Nueva York ya era un evento global, con más de 10.000 participantes de 56 países diferentes.
La semana que viene seguiremos con este repaso por la historia de la Maratón de Nueva York, recordando los años 80. Mientras tanto, te invito a que te unas al grupo de WhatsApp en el que cada vez somos más (en este enlace te puedes apuntar) y hay tan buena energía. Que tengas un buen día.