Fred Lebow, contigo empezó todo
Mi primer envío va dedicado a la memoria del fundador de la Maratón de Nueva York
Me hace mucha ilusión presentarte mi nueva newsletter sobre la Maratón de Nueva York. Aquí hablaré de una carrera que amo, en la que he participado 11 años seguidos. Todas las semanas, cada domingo por la mañana, justo cuando vengas de tu entrenamiento dominical, tendrás en tu bandeja de entrada un correo en el que te daré varios recursos para alcanzar el sueño de colgarte la medalla en la meta de Central Park.
Cada entrega estará estructurada en 5 partes, como los 5 distritos que tiene la ciudad de Nueva York:
🌉 Staten Island: nada más salir para nuestra particular maratón te daré un contenido que aún no haya publicado en la web.
📍 Brooklyn: en el distrito por el que discurre la mayor parte de la prueba abriremos el mapa y te mostraré algún lugar destacado del circuito.
👑 Queens: llegamos a la media maratón, mitad del recorrido. Y nada mejor que un video de mi podcast “POV NYC” para hacértelo más llevadero.
🧱 The Bronx: se nos presenta el muro, no queda mucho para el final pero necesitamos un impulso: lo haré en forma de consejo para llegar a la meta.
🏅 Manhattan: es el momento de colgarnos la medalla al cuello en la meta de Central Park. Y nada mejor que una frase motivadora para acabar.
Pues después del calentamiento, estamos a punto de arrancar. Retumban los cañones en el Puente de Verrazano y suena el “New York, New York” de Frank Sinatra. Así que… “ARE YOU READY TO RUN???”
🌉 Staten Island
Para tomar la salida de este primer envío nos vamos a ir al histórico kilómetro cero de la Maratón de Nueva York, a sus orígenes. Porque la historia de esta carrera está plenamente conectada a Fred Lebow, un rumano (nacido Fischer Lebowitz) superviviente del holocausto judío. Llegó a la ciudad en los años 60, empezó a correr en el Reservoir de Central Park (el gran lago que hay en el centro del parque) y se inscribió para algunas carreras del Road Runners Club. Entonces, pensó que estaría bien organizar una carrera en Central Park. Junto a Vince Chiapetta, organizó la primera Maratón de Nueva York el 13 de Septiembre de 1970, desarrollada por completo dentro del parque.
De los 127 inscritos, sólo 55 hombres la acabaron. Al ganador, Gary Muhrcke, le premiaron con un reloj de pulsera que apenas tenía valor. La inscripción costaba un dólar y el presupuesto total del evento fueron 1.000 dólares. Para que nos hagamos una idea de la magnitud que ha adquirido en estos años.
En 1976 eran ya medio millar de inscritos. Así que Lebow planteó sacar la Maratón de Nueva York a las calles de los cinco distritos de la ciudad (Manhattan, Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island), en una fiesta en la que participaron ya 2.090 corredores. La inscripción subió a cinco dólares. El nuevo trazado apenas pasaba por el Bronx: los corredores cruzaban el Willis Avenue Bridge, tocaban un mástil que había colgado en el puente y regresaban. Los vecinos protestaron, porque querían que los corredores estuvieran más tiempo en el barrio, así que Fred Lebow añadió al año siguiente una milla.
El fundador de la prueba ha protagonizado grandes momentos a lo largo de la historia. Pero, quizás, el más emotivo fue en 1992. Entonces tenía 60 años y un tumor cerebral. Pero no quiso irse de este mundo sin correr la (su) Maratón de Nueva York. Él había disputado 69 maratones, incluyendo la inaugural de Central Park en 1970. Pero, hasta entonces, nunca había podido participar en la de Nueva York como tal, por sus ocupaciones como responsable de la prueba. Así que, cuando el cáncer parecía no tener remedio, se hizo la promesa de correrla.
Los médicos le aconsejaron que no tomara riesgos y que no era necesario acabar, pero ese consejo chocaba frontalmente con la mentalidad infatigable de Lebow. Al que acompañó otra leyenda de esta carrera: Grete Waitz. La noruega, 9 veces campeona de la Maratón de Nueva York, se había convertido en una buena amiga. Durante la carrera, ella le hizo que parara a andar de vez en cuando. A pesar de que ella tuvo que ir a un ritmo mucho más lento del que había estado acostumbrada, dijo que había sido su mejor Maratón de Nueva York. Terminaron juntos en 5h32’34’’, entrando en meta con las manos entrelazadas, llorando y abrazándose. Lebow besó el suelo cuando cruzó la meta: había sentido el calor de los neoyorquinos, que aplaudieron su determinación.
Dos años después, el 9 Octubre de 1994 (poco antes del 25 aniversario de la prueba), Fred Lebow murió.
📍 Brooklyn
Hoy, todos los corredores le rendimos homenaje cuando pasamos junto a su estatua a la entrada de Central Park, a la altura de la East 90th Street. Impasible, con su gorra calada y su barba, mira un cronómetro, como si el tiempo se hubiera detenido. Una estatua que, durante la semana de la maratón, se coloca junto a la línea de meta, al lado del Tavern on the Green.
👑 Queens
Ya que estamos en Central Park, nada mejor que darnos un paseo por el interior de su parque para disfrutar de este remanso de paz. Que, además, para nosotros los corredores es la Tierra Prometida: aquí está la meta de la Maratón de Nueva York. Te invito a que veas este video de mi podcast “POV NYC” (Point Of View New York City”.
🧱 The Bronx
Una de las preguntas que más me llegan a mis redes sociales es dónde alojarte para la maratón: si cerca o lejos de la meta de Central Park. La verdad es que no tengo una respuesta clara y concreta. Porque tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Aquí te las cuento todas.
🏅 Manhattan
“Pocas cosas en la vida pueden igualar la emoción de correr una maratón”,
Fred Lebow
Me ilusiona que hayamos corrido juntos en este primer envío. Ha sido especial por eso y por estar dedicado a la memoria de Fred Lebow. Ojalá que te haya resultado una lectura “maratoniana”: con ritmo fijo, pero constante.
Y, antes de marcharme, un GRACIAS (en MAYÚSCULAS y en negrita) para mis primeros suscriptores: Valentina, Armando, Nacho, Antonio, Eloy, Elena, Javi, Bartolo, Romain, Violette, Romain, Chema… y muchos otros. Os trataré de nombrar cada semana al final del envío. Por eso, para agradecer vuestra confianza, voy a sortear un ejemplar de mi libro “Sí se puede”: sólo tienes que compartir mi newsletter con tus amigos runners.